viernes, 6 de mayo de 2016

Rastreador - Episodio # 04

EPISODIO # 4 

Cambio…. Un accidente inesperado.

- En mi opinión deberías escucharlo – comento el abuelo mientras le miraba  -  es más si te quiere contar algo, míralo a los ojos y sabrás si te miente o no – añadió –
- Suena difícil –
- Pero no lo es, cuando hablas con alguien, si lo miras fijamente podrás saber si sabe lo que dice y si es cierto, debes aprender a conoce a tus amigos, pequeño –
- Lo intentaré, abuelo – dijo el chico mientras reflexionaba sobre el asunto –

La noche caía sutilmente en la ciudad, para el bicolor, había sido un día difícil y a la vez muy extraño, pues aún pensaba en lo ocurrido con Takao y su reacción tan agresiva hacia él… en medio de sus pensamientos, llegaba a la conclusión que algo le ocurría… pues nunca le había pasado una situación similar…

Caminaba rápidamente para llegar a la mansión… en donde se irónicamente se terminaría de arreglar su día:

- Al fin llegas – repuso una voz muy familiar para él –
- ¿Qué se supone que haces aquí? – replicó el chico al verle –
- Evitar que me sigas estropeando todo – respondió secamente -
- No me digas y ¿qué harás al respecto? ¿encerrarme con llave? – cuestionaba el chico de forma desafiante –
- Ahora mismo, acabas de morirte para mí – sentenciaba el hombre tomándolo del brazo con fuerza a la vez que lo sacudía –
- Gran noticia…. – replicó el chico – suéltame –
- Eres la peor desgracia que me hubiera podido pasar – cuestionaba el hombre mientras lo soltaba y empujaba ligeramente – desde que naciste sabia que serias un problema –
- ¿Y qué harás con eso, abuelo? – interrogaba muy secamente Kai –
- Te largarás de esta casa, y nunca regresarás – ordenó molesto – y lo harás ahora –
- No te rogaré – replicó Kai mirándolo con rabia –
- No lo esperaba tampoco – repuso – empaca tus cosas y fuera de aquí –

Kai quiso contestar ante esas palabras, pero optó por guardar silencio y subir hasta su habitación rápidamente… cerró la puerta y comenzó a tirar todo lo que pudo al suelo tratando de desahogar su rabia…

- Esto era lo que me faltaba – replicaba mientras tomaba un florero y lo lanzaba contra la pared – que ese viejo llegara…. Se suponía que estaba desaparecido – decía mientras seguía rompiendo cosas –

En medio de su rabieta, lanzaba y retomaba cosas para volver a tirarlas hasta hacerlas trisas, a la vez que se cortaba las manos…

Unos momentos después, se resignó a su suerte y buscó entre el guardarropa la maleta más grande que había y empezó a empacar sus pertenencias allí de manera calmada y paciente contrastando su ataque de hacía pocos minutos atrás…
Poco a poco  todo iba quedando acomodado, luego de ver y comprobar que no se quedaba nada por fuera cerró la maleta y la puso cerca de la puerta del recinto…

- Maldita sea – decía molesto mientras trataba de calmarse un poco –
- Joven – interrumpía uno de los empleados – el señor quiere saber si ya terminó de empacar –

Kai no se inmuto a contestar nada, camino y tomó la maleta para salir de la habitación, bajo las escaleras, tomo un morral, el cual lo había dejado en el suelo cuando llegó y se encontró con la sorpresa de la noche….

- Hasta nunca viejo – replicó el chico mientras salía puerta afuera de la casa –

El abuelo no contestó nada… solo le dio una mirada de enojo…. Eran casi las once de la noche ese día…

Fue una manera humillante de irse para el Kai, quien aún perplejo ante tantos problemas juntos, no había pensado en donde podría quedarse, pues todas las puertas estaban cerradas… en medio de ese pensamiento fue a dar a un auto servicio de 24 horas…intentó comer algo para mitigar el hambre y pensar en otra cosa que no fuera su desastrosa vida, pero todos los eventos iban y venían de forma involuntaria… tuvo que pasar la noche dentro del local, debido a un fuerte aguacero que se desató en la noche…viendo la situación la dependiente del local le pidió que se quedará considerando su edad.

Al amanecer salió despidiéndose  de la mujer que le deseo un buen día…eso era lo que necesitaba; tener un buen día, pero todo pintaba lo contrario.

Comenzó a recorrer la ciudad con su maleta a cuestas, captando algunas miradas curiosas de la gente que ignoró por completo… mantenía su actitud reservada y seca para evitar cualquier tipo de preguntas tontas o gestos de consideración… su caminata se vería acompañada por la amenaza de lluvia que anunciaba el cielo gris de la ciudad, siendo las 2:49 pm:

- Perfecto – decía sarcásticamente – ahora si tendré un muy buen día – replicaba mientras maldecía y sentía las primeras gotas de agua –

No buscÓ refugio para la lluvia, tampoco se detuvo, siguió su paso, firme y molesto ahora mientras arrastraba la maleta a la cual le había amarrado el morral, al tener su espalda cansada y las manos heridas por las cortadas que se había hecho y no se había tratado…
Todo comenzaba a dolerle, se sentía cansado, agotado y hastiado de todo y todos; visto como un saboteador por los que se decían sus amigos, echado como un perro de la casa, solo, pues ni siquiera contaba con el apoyo de quienes lo trajeron al mundo… todo estaba mal y  en ese punto quería desaparecer de la faz de la tierra, como cualquier otro depresivo lo quería…
Llegando al puente en donde conoció al peli azul, se detuvo un momento para pensar e intentar reflexionar un poco, pero en medio de sus divagaciones no se percató que una de los lazos del morral se arrastraba mucho y lo pisó accidentalmente… resbalándose estrepitosamente yendo escaleras abajo con todo y equipaje…ya en el final de las escaleras y semi – consciente con todo encima, lucía más aturdido que antes…

- Vaya… - decía con los ojos entre cerrados – eso dolió un poco…. – alcanzo a decir antes de desmayarse debido a los golpes que recibió durante  la caída  -

En medio de la lluvia, el chico quedaba inconsciente y bastante golpeado…
Mientras tanto Takao que permanecía en su casa, aun pensando en el viejo altercado, no sabía que decidir todavía, pues aunque confiará en Kai, aquellas fotografías ponían en tela de juicio su lealtad hacía ellos… pero como tampoco permitieron dejarle hablar no sabían cuál era la versión de su amigo… todo era incierto, pero había que tomar una decisión…

- Creo que debería escucharlo – se decía mientras un extraño presentimiento llegaba a su mente –

Takao no era de los que intuyera las cosas, es más no lo hacía, pero desde un tiempo había empezaba a ser un poco más aplomado en sus acciones y pensamientos, era poco común en alguien de su estilo, pero solo salía y ya no lo podía evitar y tampoco sabía las razones de ello, las cuales le llevaron a decidir escuchar a Kai. Buscó el número del móvil del bicolor y lo marcó para llamarle y hablarle enseguida…

El teléfono sonaba pero entraba a buzón…

- Debería haber contestado ya – decía el chico – sabe que soy yo… esto no me gusta nada – meditaba un poco preocupado –

Su extraña corazonada, se hacía cada vez más constante… aún llovía en la ciudad pero en vista de su preocupación exagerada, buscó un paraguas y salió rápidamente ignorando el llamado de su abuelo…

- Regresaré pronto – dijo y terminó de salir –

Sin saber que era lo que iba a hacer afuera con ese clima, simplemente se dejó llevar, caminando un muy buen tramo por los alrededores, antes de pasar por el puente donde estaba Kai aún inconsciente…. Pasó y superficialmente no vio nada fuera de lo común, solo cuando tomó el camino de regreso se percato del bulto que estaba al final de las escaleras…bajó inmediatamente:

- ¿Se encuentra bien? – decía mientras trataba de voltearle teniendo una gran sorpresa cuando descubrió quién era - ¡Kai!

Asustado y confuso lo toma en brazos mientras le llama insistentemente….el bicolor responde tratando de tomar su mano con la de quien lo sostiene sin reconocerlo aún…

Comenzaba a escampar ligeramente, y aún se encontraban en el mismo lugar:

- ¿Qué significa esto? – se preguntaba Takao notando la maleta y el morral, que aun permanecían allí, pues no había nadie afuera aparte de ellos por ese sitio… -

Decidido, levanta al chico y lo recuesta junto a él tomándolo de un brazo mientras en el otro lado toma lo que estaba tirado junto a él… por suerte al subir a la acera logra pedirle a un joven  que le ayude…

………………….

- ¿Puedes decirme qué pasó? – preguntaba el abuelo de Takao sorprendido al verle entrar con Kai en esas condiciones –
- Te explicaré… - respondió un poco apresurado mientras entraba el resto de las cosas y le daba las gracias al joven que le ayudo –

Entre él y el abuelo lo subieron a la habitación de huéspedes, allí el abuelo se encargo de tratarle las heridas y todo lo que necesitara….mientras Takao revisaba la maleta:

- Estas son sus cosas – decía al reconocerlas - ¿estaría huyendo? – indagaba en voz alta –
- No hagas esas clase de juicios – reclamo su  abuelo al escucharlo –
- Lo siento – se disculpó Takao mientras le dirigía la mirada al chico –

Pasó más de una hora, antes que la calma regresara al doyo, y Takao pudiera explicar lo poco que sabía del incidente, antes de ser visto como el posible causante:

- Entonces no fuiste tú- decía el abuelo cruzado de brazos –
- Por supuesto que no – replicaba el chico muy serio –
- Entiendo – dijo un poco incrédulo –
- De verdad – decía el chico notando el gesto – he pensado mejor las cosas y bueno hasta no saber qué quiere decir no puedo decidir nada –
- ¿A qué saliste? –
- Tuve un mal presentimiento y no pude resistir quedarme en casa – respondió honestamente el peli azul –
- Eso es increíble de tu parte – dijo el abuelo casi entre risas –
- No te burles abuelo – reclamo el chico un poco apenado –
- Está bien, está bien – decía el abuelo mientras se levantaba para regresar a la habitación donde se encontraba el bicolor –

Takao le siguió un poco más atrás…

- Tiene un poco de fiebre – decía el abuelo –
- Creo que la ducha con la lluvia le cayó mal – repuso Daichi que acababa de llegar –
- Quieres callarte – replicó Takao –
- Sabes que tengo razón – dijo el chico pelirrojo cruzando los brazos – mira que desmayarse en plena calle y con este clima –
- Una palabra más y pasarás la noche en el jardín – sentencio Takao –
- No te creo capaz de eso – desafío  el chico muy serio – y ahora menos con ese complejo de culpa que tienes, deberías disimularlo un poco –
- Tu… estúpido mono – replicó mientras comenzaba a perseguir al chico fuera de la habitación –

El abuelo solo los vio irse rápidamente y luego se volvió a concentrar en el nuevo huésped…. Usando paños de agua trataba de bajarle la fiebre que ante su estado comenzaba a subirle demasiado rápido…

En ese momento Hitoshi, acababa de llegar a la casa encontrándose con su hermano y  Daichi en una inusual persecución alrededor del jardín:

- ¿Podrías decirme qué haces? – interrogó Hitoshi a su hermano deteniéndolo por un instante –
- Tratando de acabar con ese mono – respondió mientras volvía al ruedo –
- ¿Dónde está el abuelo? – volvió a preguntar frenando el juego otra vez –
- Arriba – dijo Takao recordando seguidamente porque se encontraba allí –
- Ya veo – repuso mientras veía al abuelo bajar -
- Ya estás de regreso – decía el abuelo sonriendo – es bueno tenerte aquí –
- Pienso lo mismo – comento el recién llegado – todo este enredo  de la sede, me ha dado más trabajo que el de costumbre –
- ¿Lo dices por algo en especial? – interrogo Takao al percatarse del tema –
- Nada especial, solo lo usual; atar cabos sueltos y ver si podemos descartar a tú súper amigo de todo esto –
- ¿Te refieres a Kai? – pregunto el abuelo tomando aire –
- Así es – repuso Hitoshi un poco pensativo – el auditor dijo que quería hacerle unas preguntas y someterlo a una prueba de polígrafo –
- ¿Polígrafo? – indago Takao confuso –
- Si, un aparato para saber si la persona está mintiendo o diciendo la verdad – explico en términos simples –
- Entiendo…. – dijo Takao  -
- Por cierto, Takao  - añadió su hermano un poco serio mientras le miraba – supe lo que pasó entre ustedes en la sede,  eso complicó un poco las cosas, ahora nadie sabe dónde está y todo gracias a que casi lo linchan entre todos –
- Bueno….  – decía Takao tratando de explicarse -  verás, todo fue tan rápido que nadie pensó en nada –
- Aún no lo piensan – replicó Hitoshi – necesito saber donde está para acabar con ese asunto pronto – se decía un poco cansado –
- No creo que haya problema con eso – dijo el abuelo mirando a Takao –
- ¿Pero qué dices? – replico enseguida – nadie sabe nada de él –
- Hitoshi…. – dijo Takao despacio – Kai… está aquí, en esta casa…. –
- ¡¿Qué?! – exclamó sorprendido y levantándose velozmente - ¿En qué parte se encuentra?, necesito hablar con él –
- No creo que se pueda – intervino el abuelo – al menos no por ahora –
- Ahora si no entiendo nada – replico Hitoshi sin salir de su asombro –

Ante la curiosa situación abuelo y hermano menor le explicaron y contaron toda la historia de lo ocurrido en su ausencia, dejándole un poco perplejo, y sin nada que decir respecto al asunto, si bien estaba en la investigación era un punto a su favor tenerle cerca….

- Todo eso en un par de días – decía Hitoshi – increíble….

La noche cayó en la ciudad y luego de unas todos los integrantes del doyo se encontraban descansando cada uno en sus habitaciones….

A eso de las 2 de la mañana, el bicolor despertó pesadamente, todavía tenía fiebre, pero al no reconocer el sitio donde se encontraba y viéndose con otra ropa que no tenía antes de desmayarse se empezó a preocupar un poco y por ello se levantó de la cama y salió de la habitación a paso lento y apoyándose de las paredes…

En medio de la oscuridad de la noche, el chico caminaba adivinando los espacios, pero debido a su debilidad, a los golpes que tenía no llegó muy lejos cayendo sentado en el corredor del segundo piso:

- ¿Qué se supone qué haces? – interrogo una voz familiar para él proveniente de sus espaldas – aún estás mal no deberías levantarte – decía mientras le tocaba la frente –
- Quiero irme…. – dijo el bicolor tratando de pararse débilmente –
- Por favor, mírate – replicaba mientras le ayudaba a ponerse de pie – no estás en condiciones de ir a ninguna parte –
- Déjame –  pidió Kai con voz débil –
- No lo haré – repuso serio – estás enfermo y mi deber es ver que te recuperes – dijo y  se lo llevó de regreso a la habitación –

Luego de dejarlo nuevamente dormido, salió tomando un respiro…

- Y pensar que solo venia por un vaso de agua – dijo el chico cruzando los brazos –

CONTINUARÁ...