LETTER
29
NOBODY´S HOME
Desde
aquel día su rutina, era la misma; divagar, caminar sin un rumbo propuesto,
solo y perdido entre las calles sin nombre
ni pasado a su alrededor…
Cuando
todo comenzó pensó que sería capaz de adaptarse, pues vagamente recordabas que el ser humano tiene una gran
capacidad de aceptación a los cambios… pero ¿qué pasa con la persona en sí?
Nunca se le pregunto en su momento, y eso fue el error que desembocó todo el
mundo que ahora le rodea…
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Ha
pasado mucho tiempo desde que me fui de aquella casa, al atravesar aquel marco
me sentí de hacer todo lo que quisiera,
no que es no fuera dentro pero odiaba tener que explicar mis actos a todos… era
como si no tuviera libertad para obrar o
al menos eso pensaba….
Puerta
fuera, las cosas cambian y no todo es como se imagina, la vida es dura, la
realidad aplastante y las circunstancias irremediables… un ejército de
problemas junto con un mar profundo de pruebas y retos.
No
puedo decir que viva como me gusta, porque no es cierto, todos los días que han
pasado he tenido que luchar para todo,
para dormir bajo un techo, para conseguir lo básico, en fin…
Quizás
debí haber viajado más horas en el tren que tomé… a lo mejor hubiera podido
encontrar mejores cosas, pero en cambio opté por quedarme en este lugar que a duras penas entiendo que me dicen…
Pelea
tras pelea con cualquiera que se cruzara en mi camino, incluso por razones superficiales no
importaba pero tenía que darme a notar y hacerle ver a todos que no era un
idiota… y ahora que lo pienso, no es más que una estupidez todo lo que hago,
¿de qué me sirve hacer todas las majaderías que hago? Nadie me dará un premio
por ellos, ni siquiera ellos… antes será todo lo contrario.
Entro
a un autoservicio, solo puedo mirar, ante la desconfianza de los demás, mi
aspecto no es que sea muy bueno ahora, mi cabello largo y desordenado, mi ropa
desgastada, mis zapatos desastrosos, sobre todo mis ojos, cada vez que veo mi
reflejo me doy cuenta que esa mirada de antes, se fue, ya no está, ahora solo
veo a un alma apagada y cansada… cansada de tantas dificultades y limitaciones…
En más
de una ocasión he flaqueado a mi determinación y salía a buscar un teléfono
para hablar con alguno de ellos, no contestaban enseguida y en cada timbre, mis
ganas de hablar se mitigaban hasta que
al escuchar una voz de la otra línea, simplemente colgaba y me iba….
De eso
han pasado casi 10 meses….
Momento…
ahora que hago cuentas me doy cuenta que ha pasado más tiempo del esperado…
¿casi 2 años?
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Detiene
su marcha y piensa, hace cuentas y mira alrededor con la vista perdida, sin
enfocar un punto fijo, olvidando donde se encontraba…
Las
luces de la ciudad están completamente brillantes, invadiendo cada rincón de aquella ciudad, mientras la
gente pasa, se mantiene quieto a la espera de algo que solo él sabe su
significado….
Sabe
que el tiempo ha pasado y que nada estará igual a cuando se fue, pero de nueva
cuenta decide llamar… toma algunas monedas que se ganó y llega a un teléfono,
marca y espera que alguien hablé del otro lado…
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- Diga – escuchó una voz que no
conozco –
- ¿Este es el número de Ivanoch?
– preguntó un poco confuso –
- No – responde un poco serio –
esa persona ya no vive aquí – me dice –
- ¿Cómo? –
- Hace unos meses él y otros que
vivían aquí se fueron, creo que se
mudaron a otra ciudad –
- Gracias – digo mientras cuelgo –
Sabía
que nada estaría igual, incluso se fueron… ni falta les haré.
Continuo
mi viaje en busca de lo que encuentre… que desde ahora creo saber que es…
Tomo
mi mochila y camino hacia la carretera,
vamos a ver que me depara mi nuevo destino….
Boris Kuznetsov
