LETTRE 14
ÉTRANGER IN MOSCOU
Así pasan los días en la fría ciudad de Moscú, cada quien con sus cosas, sus problemas, van de un lado a otro entre ellos; yo… puedo hacer lo que me plazca, no como en esa época en la abadía; permanecí tanto tiempo encerrado que muchas veces me siento ajeno a mi lugar de origen, no sé mucho de este país a pesar de estar viviendo toda la vida aquí….
Tomando un café para alivianar la carga de frío de esta época del año, pensando en todas esas máscaras de la vida que muchas veces me veo obligado a usar, hasta el punto de sentirme desequilibrado y de perder la razón; una apariencia nada más algo que es visto solo por encima, donde solo es nada de detalles y solo mirar….
Justo ha empezado a llover, no tengo deseos de quedarme más tiempo en donde estoy y sin pensarlo termino con el café saliendo a caminar bajo la lluvia, con pasos pausados, detallando cada lugar, cada calle, todo aquello que no conocí de niño.
Cosas que hacen que aquellos días de buenos momentos se apoquen y se distancien cada vez más, me hace sentir, me hace ver… las veces cuando estoy solo y me doy cuenta lo frío que puedo llegar a ser por dentro….
Los tiempos de fama han pasado, eso quedó atrás y lo tengo claro… mi mente fue un desastre cuando las molestas preguntas acerca de lo oculto en la abadía llegaban a mi puerta ¿Qué iba a decir? Fui también un juguete de eso ¿qué más podría saber?...
En mi camino me topo con una gran sombra; elevo la vista encontrándome con la torre de Kremlin; sé de ella antes residencia de zares y ahora sede del gobierno ruso, a pesar de la lluvia me detengo a observarla por un momento… y a verme como si fuese un extraño en el lugar, como un extraño en Moscú; que recorre con la mirada cuanto puede, mientras la sombra de esa torre me empieza a acechar.
Vivir en medio de la soledad no ayuda mucho a sobrellevar las cosas, hay momentos en los que quisiera solo olvidar mi nombre y dejarlo atrás para estar más tranquilo y poder ser….
Ver en cada día una nueva posibilidad, ser yo, poder hablar solo o acompañado y olvidar aunque sea por unos momentos el título de ser un extraño aquí.
Continuo mi camino a marcha lenta, aún con mis ideas y vagos recuerdos que poco a poco se apoderan de mi mente sin dejar espacio a más; así es como se siente y como se ve todo desde mis adentros….
Estoy aquí hablando solo, caminando solo, pensando solo….
Viviendo una vida que yo mismo elegí, una vida llena de soledad que al principio parecía ser llevadera, pero ahora no creo soportar más la carga de mantener tantas cosas en la cabeza… ahora que recuerdo estoy algo distanciado de mis antiguos compañeros de equipo, quizás….
- ¿Te gusta pasear mientras llueve? – Preguntó una voz conocida –
- ¿Eh? –
- No es bueno que hagas eso, en esta época - Añadió la misma voz –
- ¿Desde cuándo tan precavido, Spencer? – Dije algo sarcástico –
- Descuida solo era una manera de llamar tu atención - Repuso un tanto serio –
- Ya - Suscité restándole importancia –
- Por cierto, ¿estás perdido acaso? – Pregunta Spencer viéndome –
- No, ¿por qué? –
- Luces desubicado – Repuso –
- No, no es nada – Dije algo apagado – solo que no me gusta está época del año –
- Tienes razón – Dijo mirando al cielo - hace más frío que de costumbre –
En ese momento comenzamos caminar por las calles, esta vez no iba solo, pero noté que en esos instantes pude olvidar de momento aquellos pensamientos y también vislumbré una posible manera de sobrellevar la situación….
- Llegó hasta aquí – Dije deteniéndome un poco – vivo cerca –
- ¿En serio? – Interrogó Spencer – hasta que al fin das una mediana explicación de dónde vives –
- Lo sé – Contesté enseguida –
- Nos veremos luego – Se despidió y siguió su camino –
Un ligero movimiento de cabeza de mi parte, contestó a su despedida. Me dirigí hasta mi lugar de residencia, entrando muy silenciosamente y encendiendo las luces, recordando esa torre, su sombra, una huella oscura en el suelo que es capaz de denigrarme, de la mano de una tumba que marca y cohíbe….
Espero que este pequeño momento en donde logré apartar mis pensamientos se repita todas las veces necesarias y así algún día olvidarlos por completo y así alcanzar esa paz y esa felicidad a la que muchos aspiran… entre ellos yo.
Tala Valkov
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Canción: Stranger in Moscow
Artista: Michael Jackson
