Story About a Kidnapping
CHAPTER # 5 -
No me referí más al asunto, a pesar de lo que estaba sintiendo en ese momento…
Justo esa noche, entraron y fuimos agredidos una de las tantas veces que ya había pasado… esta vez porque todo su plan salió mal…
- Malditos mocosos – replicaba uno de ellos mientras tiraba todo al suelo - ¡ya no me sirven que estén aquí! –
- ¡Acaba con ellos entonces! – gritaba otro mientras se acercaba más hacia nosotros –
Estábamos contra la pared, totalmente en desventaja…
Kai se coloco delante de mí… para intentar defenderme, a pesar de ello, todo fue igual…
- Ni crean que saldrán de esta tan fácil – amenazaba uno mientras le daba un golpe a Kai en el estomago –
- ¡Ya basta! – gritaba desesperadamente –
- ¡Cállate! – arremetió otro dándome un puñetazo – guarda silencio –
Continué viendo y sintiendo cada golpe, no entendía las razones de sus actos, si de verdad planeaban algo, porqué la necesidad de golpearnos así…
Él fue tomado por el cuello de su camisa, mientras observaba aterrado como con una risa malévola su verdugo lo alzaba…
- ¿Qué pretenden haciendo esto? – le escuché cuestionar a Kai forzadamente –
- Divertirnos – dijo a la vez que le miraba de una manera bastante retorcida, mientras le zarandeaba bruscamente –
- ¿Qué harás ahora? – le pregunto otro -
- Me divertiré de otra forma – contesto mientras estrellaba a Kai contra la pared –
Traté de zafarme y llegar con él pero, en mi intento solo logré que ellos se enfurecieran más…
- Pero mira que tenemos aquí – dijo uno bastante enfurecido pateándome –
- Te preocupas mucho por tu amiguito – replico otro mientras tomaba a Kai por el cabello – ahora que él se preocupe por ti, golpéenlo hasta que se desmaye – ordenó tajante – y tú mirarás como acabamos con el –
- Ya basta – decía Kai mientras forcejeaba para liberarse –
- ¡Estate quieto maldito bastardo! – grito mientras lo hacía caer arrodillado, a la vez que lo sujetaba del cabello –
- Creo que es suficiente – replico un sujeto que acababa de llegar, mientras ellos continuaban con su rutina –
Todos hicieron caso omiso y seguían, todo ese tiempo fue eterno… y hasta llegué a creer que moriríamos, todo estaba complicándose más…el nuevo personaje salió de la habitación rápidamente…
Kai y yo seguíamos allí soportando todo eso… pero el peor momento fue cuando el tipo que lo había intentado estrangular a él, se me acerco repentinamente jalándome bruscamente y tirándome al suelo… por mi mente paso una idea que de solo recordarla me aterraba… pero era exactamente lo que temía.
Escuchaba los gritos de los otros, animándolo a seguir, no me golpearía, era un hecho, pero haría algo peor que eso… entendí perfectamente cuando intentaba quitarme la camisa a la fuerza, comencé a resistir, incluso traté de patearlo pero solo conseguí que me diera un puñetazo…en medio del forcejeo logré ver como Kai se zafaba de uno de ellos e intentaba ayudarme…esa posibilidad se perdió cuando lo golpearon en la cabeza, haciéndole perder el conocimiento casi de inmediato.
Esperé lo peor en esos momentos…un par de disparos al aire, acallaron los gritos y detuvieron a mi agresor…podría decirse que justo a tiempo:
- Salgan de aquí todos ustedes – ordenó un extraño tipo, que fue quien había hecho los disparos –
- ¿Quién rayos eres? – cuestionó otro –
- El nuevo encargado – dijo fríamente – el jefe sabía que intentarían algo así, por lo que decidió cambiar la administración por aquí –
- Pero… -
- Pero nada – dijo secamente – salgan de aquí ahora mismo - volvió a decir - no me hagan repetirlo –
Todos los que estaban en el lugar comenzaron a salir lentamente, sus rostros reflejaban cierta preocupación, que al principio no entendía y tampoco intenté pensarlo mucho, solo quería saber si Kai estaba bien luego de lo sucedido, por ello me acerque tan rápido como pude, esta vez nadie intento detenerme…
Al acercarme lo vi inconsciente y sangrando… el golpe le había abierto una herida en la cabeza, me asusté tanto que sentía como mi cuerpo temblada ante la posibilidad que de pudiera morir.
- Se ve un poco grave – dijo un sujeto al cual no le reconocía la voz, era de los recién llegados –
Luego de eso, tomo a Kai para disponerse a salir del cuarto donde estábamos…
- ¿A dónde lo lleva? – indagué asustado –
- Descuida no le haré nada malo – respondió – si sigue así podría empeorar, además también vendrás conmigo, no hay manera de que salgan de aquí – terminó diciendo –
Salimos de aquella habitación, debo decir que realmente no había manea salir, todo estaba completamente cerrado, no tenía ni una ventana, nada de contacto hacia afuera, recuerdo el interior del lugar, lo conocimos esa vez, pero solo estuvimos unas horas, que fueron mientras aquel sujeto le hacia una curación a Kai, según el aún nos necesitaban con vida…
Nuevamente nos ataron y salimos del lugar… el viaje fue largo, lleno de saltos en el camino, íbamos encerrados en la parte de atrás de un auto, a causa de tantos baches Kai despertó:
- ¿Y ahora qué? – le oí decir –
- Ahora cambiaremos de cárcel – le dije un poco apagado –
- ¿Estás bien? –
- Con respecto a lo último que viste – le dije – no te preocupes no paso nada –
- No entiendo –
- Cambiamos de cárcel y también de carceleros – dije inmediatamente – ellos impidieron todo y te curaron la herida de la cabeza antes de salir –
El resto del viaje fue en silencio….
Agosto 12 de 2004
Las cosas han cambiado un poco, al menos no hemos sido golpeados como parte del desayuno… nuestros nuevos carceleros, eran un poco más sosegados pero eso no les quitaba el hecho que fueran secuestradores, ellos se encargaron de seguir llamando a nuestros familiares, para atormentarlos y decirles que las cosas empeorarían…
En nuestra nueva celda, al menos podíamos saber cuándo amanecía y cuando anochecía a través de una pequeña ventana que estaba arriba de la pared…
- No has comido mucho – me dijo Kai al notar que lo poco que nos daban estaba intacto –
- Tú tampoco – le dije – no puedo dormir ni estar tranquilo, después de lo que paso –
- Entiendo – me dijo un poco sereno –
- ¿Acaso no te das cuenta que pude haber sido…? -
- No lo repitas – replico molesto mientras veía como el solo hecho de nombrarle aquel incidente le hacía sentir irremediablemente mal – no tienes porque repetirme eso – continuo diciendo mientras se sentaba en el suelo – no quiero saber nada de eso –
Es muy posible que haya herido más su orgullo por eso, pero no quería quedarme callado, debía decírselo no sé por qué pero sentí la necesidad de hacerlo…a partir de ese momento él se mostró un poco más protector conmigo cuando llegaban a cerciorarse de nosotros…
CONTINUARÁ…
