domingo, 30 de octubre de 2011

Letter 11 : Nothing will be as once was II (German Tittle)


BRIEF 11

NICHTS KANN ALS DAMALS SEIN

II



El reloj marcaba las 8:30 p.m., solo habían transcurrido 30 minutos desde que había llegado a la casa de Kai. Aunque estaba ahí, todavía me sentía mal por haber salido de la casa así.
De repente un movimiento me hace salir de mis pensamientos:
-       ¿A dónde vas?  - Le pregunté a Kai que se había levantado.
-       Espérame un momento  – Me dijo mientras se disponía subir las escaleras.
-       Como quieras – Le dije  - ¿Qué piensas hacer?
-       Ya lo verás –
-       ¿Eh? – Dije confundido, pero no le pregunté nada más.

Mientras Kai regresaba di varias vueltas por la casa, calculé casi 25 minutos desde que subió hasta que lo vi bajar:
-       ¿Eh? ¿te bañaste? – Le pregunte al verlo cambiado.
-       Sí – Respondió y entró enseguida a un estudio.
-       Espera un momento – Dije yéndome tras él.

Abrió un cajón  del escritorio, sacó un teléfono celular, unas llaves y una billetera:
-       ¿Vas a salir? –
-       Vamos a salir –

En efecto era el día de las sorpresas por parte y parte; sin mediar más palabra  salimos de la casa y nos dirigimos hasta su auto, ya dentro empezamos un recorrido por la ciudad:

-       Ahora si puedes explicarme que estás haciendo – Le dije algo serio.
-       Hm que carácter – Dijo volteando verme – fácil, me  dijiste  que estuviste molesto con tus padres estos últimos días, no es cierto.
-       Eh, si –
-       Bien puede sonar tonto, pero te doy dos opciones; una tratar de hablar con ellos de nuevo y dos quedarte como estás ahora, por ahora es todo lo que se me ocurre – Me dijo.
-       ¿Un último intento, quieres decir? –
-       Si, más o menos – Me respondió – quiero decir que repitas la propuesta, si gustas claro.
-       No sé – Le dije dudoso – creo que no debí haberles dicho nada.

En ese momento detuvo el auto cerca de un mirador, que daba una buena vista a la iluminación  de la ciudad, no sé que tendría en mente, pues apagó el motor y se bajó enseguida:

-       Te daré un espacio para que lo pienses mejor – Me dijo mientras se alejaba un poco – quizás estar un rato solo te ayude.

“Y a pesar de todo me pregunto que no di, y al vivir ocultos mis defectos… “

Mientras meditaba en el tranquilo silencio del lugar solo pensaba en lo que pudieran estar sintiendo mis padres en este momento, en el fondo estaba casi seguro que estaban furiosos y más porque no estoy con ellos ahora, en este momento…
Luego de un rato, bajé del auto para ir a buscar a Kai, se encontraba cerca, lo vi revisando su celular, tan entretenidamente que ni notó que estaba justo detrás de él:

-       ¿Jugando? – Le pregunté para llamar su atención.
-       Ah, no para nada – Contestó – solo reviso mensajes, por cierto ¿qué pensaste?
Un silencio de mi parte respondió su pregunta:
-       ¿Quieres que regresemos? – Me preguntó mientras se adelantaba unos pasos.
-       Si – Le dije desalentado.
-       Creo que será una navidad diferente para ti – Dijo Kai mientras encendía nuevamente el auto.

Permanecí un rato en silencio y lleno de sentimientos encontrados, no decidí que hacer y me sentía en medio de la nada, viendo a través de la ventana del auto, todas las luces que iluminaban cada calle, cada casa, cada edificio, la música… todo me recordaba a cuando era niño, cerca de Papá y Mamá, un niño dulce y feliz que no se cuestionaba nada… pero que ahora no se encuentra en el reflejo del cristal, lo único que veo es un adolescente que no sabe qué hacer…

-       ¿Por qué decidiste salir de la casa? – Le pregunté a Kai.
-       Consideré que el ambiente de la casa no te ayudaría mucho – Me contestó – pero veo que el de la calle menos.
-       Solo estás tratando de ayudarme – Le dije – no es obligación que todo te tenga que funcionar.
-       Hmmmm... –

Solo hizo esa habitual expresión típica de él, sin embargo noté algo diferente en su semblante, no supe que era hasta que lo vi cerrar los ojos y perder por unos segundos el control del auto…

-       ¡Kai! – Grite haciéndole reaccionar enseguida antes que atropellará a una pareja que estaba cruzando la calle, en un rápido movimiento giró el volante evitando un accidente:
-       Podrías tratar de hablarme un poco más – Me dijo mientras apoyaba sus manos y cabeza en el volante.
-       Pero, ¿por qué? – Pregunté algo exaltado – acaso te dormiste.
-       Hoy fue un día terrible – Me contestó manteniéndose en la misma posición – solo descansé un poco cuando llegue a casa.

Esa respuesta me dio  entender que Kai estaba totalmente agotado ese día pero a pesar de ello sacó alientos para volver a salir y ayudarme de paso, en eso vi que la pareja empezó a acercarse al auto que había quedado detenido cerca del andén…

“Ya empezó a ponerse mal el día”, pensé para mis adentros, molesto con mis padres y Kai a punto de meterse en líos por mi culpa… tocaron la ventana haciéndome salir de mis pensamientos.
-       Son ellos, cierto – Dijo Kai volteando a verme.
Solo asentí sin saber que decirle, aceptando la realidad de la situación bajó el vidrio de la ventana, y vaya sorpresa que nos llevamos cuando vimos quienes eran:
-       ¡¿Qué?! – exclamé sorprendido.
-       Por lo visto hoy es el día de las sorpresas – Dijo Kai saliendo de su asombro también.
-       Pero Max, ¿Qué haces por aquí? – Preguntó Mamá igual de sorprendida.
-       Lo mismo les pregunto – Dije.
-       Bueno, nosotros decidimos ir a buscarte – Dijo Papá – nos estabas preocupando.
-       Cierto – Añadió Mamá -  ni siquiera contestabas el celular.

A decir verdad no pude decir mucho para justificarme… “- Solo quería pensar un poco –“.
     - Me estás asfixiando – Me dijo Kai, en eso  noté que prácticamente estaba encima de él.
- Lo siento – Me disculpe y retrocedí  para bajar del auto y llegar con mis padres.
- Gracias a Dios estás bien – Dijo Mamá abrazándome.
- Y bien acompañado – Dijo Papá - ¿En dónde se encontraron? -
-  No creo que sea de los que pasean un día como hoy – Añadió Mamá.
- No, no es eso – Respondí – yo lo busqué en su casa y bueno terminamos aquí.

Esa respuesta les causó un poco de gracia a ellos, digamos que motivos para reírse después de un susto…
-       ¿Por qué te pusiste así con nosotros? – Preguntó Mamá –
-       Solo quería que me tuvieran en cuenta para algo – Respondí –
-       ¿A qué te refieres con eso? – Inquirió Papá –
-       A que quiero poder opinar sobre los planes que tengamos los tres – Dije firmemente – por eso me molesto que no tuvieran en cuenta mi sugerencia.

Ante mi respuesta se vieron el uno al otro, sin saber que decirme, esta vez los dejé sin palabras, era la primera vez que pasaba aunque para ser franco ya lo esperaba…

-       Lamento haberlos hecho salir así – Dije al notar su silencio.
-       No tienes porqué disculparte – Dijo Papá – podemos entender cómo te sientes, nos propusiste algo y ni siquiera lo pensamos antes de responder.
-       Entonces no están molestos  - Dije algo sorprendido –
-       No – Dijo Mamá – te buscamos para hablarte  y ver si te seguíamos la idea, la de hacer algo diferente.
-       No bromeen – Dije algo serio.
-       Es cierto Max – Dijo Papá – ya no eres un niño y debemos entender que quieras participar en las decisiones que tomemos de ahora en adelante.

Mi expresión se iluminó por completo, después de todo me entendieron….
Entendieron que las cosas ya habían cambiado y los tiempos son otros…. Desde este punto empieza a tomar forma la nueva visión de mi vida…

Me acerco nuevamente al auto, viendo que Kai está ligeramente dormido:
-       Oye – Le llamo tocando la puerta del auto –
-       Ah – Dijo abriendo los ojos  - ¿Dónde estabas? –
-       Afuera, cerca de ti –
-       ¿Y pudiste hablarles? –
-       Si, problema resuelto – Le respondí –
-       ¿Qué problema? – Me dijo algo serio – Hmmmm. para mí no lo era tanto, pero me alegro por ti.
Luego de un rato nos dispusimos a irnos del lugar:
-       ¿Nos podrías dar un aventón? –
-       No creo tener otra opción – Dijo Kai con una sonrisa casi imperceptible.
-       Por cierto ¿Puedes conducir? –

Tomó el volante y suspiró un poco, sin querer aceptar las cosas:
-       Puedo conducir –
-       ¿Seguro? –
-       ¿Por qué no vas al grano? ¿Qué quieres?  -
-       Está bien – Le respondí - ¿puedo conducir por ti? –
-       ¿Sabes conducir? –
-       No tan bien como tú –
-       No te burles y entonces olvídalo – Me dijo serio –
-       Pero Kai … -
-       Si quieren yo lo hago – Intervino mi Papá percatándose de nuestra discusión – luces muy cansado para continuar y no creo que tengas problemas con eso  Kai –

Debo admitir que si mi padre no hubiera intervenido, no hubiera logrado convencer a Kai, pues a pesar de encontrarse completamente cansado, se resistía a la idea de dejarse vencer del sueño, así su cuerpo estuviera a punto de tirar la toalla:
-       Ganaron – Dijo mientras bajaba del auto para acomodarse en la parte de atrás de este – es todo tuyo.
-       Jejeje , gracias – Le dije – también es un favor para ti –
-       Hm, lo veremos –

Unos minutos después estábamos en camino  a celebrar la diferente navidad que venía en esos momentos.

-       11:05 p.m. – Dije mirando el reloj - ¿Desde qué horas estás despierto? – Pregunté a Kai  -
-       Desde las 3: 30 a.m. –
-       ¿Por qué? –
-       Trabajo atrasado –
-       Con razón esa cara – Le dije – estás desvelado –
-       No me lo recuerdes – Replicó mientras cerraba los ojos lentamente – Nichts kann als damals sein –
-       ¿Qué?-
-       Ya lo sabrás – Dijo y no pronunció más palabra –
-       Oye – Le dije – no te duermas sin decirme –
-       Ya se durmió -  Dijo Mamá – déjalo que descanse luego le preguntas.
-       No sabía que trabajará – Comentó Papá –
-       Lo hace de unos meses para acá, combina el trabajo con el estudio –
-       Se esfuerza demasiado – Añadió Mamá –
-       Quizás, por cierto ¿iremos a casa?
-       Si quieres, por supuesto – Dijo Papá –
-       Bueno, creo que ya salimos un rato – Dije risueño – mejor lleguemos a casa, no quiero incomodarlo más a él – Terminé diciendo mirando a Kai.

En efecto, regresamos a la casa. Fue un día diferente para todos sin lugar a dudas y que mejor que hubiese ocurrido en un día tan especial como ese…
Sobra decir que Kai pasó esa noche en mi casa, no quería hacerlo, pero tampoco le iba a dejar ir así como se encontraba, fue entonces como logré convencerlo de quedarse, bajo esa excusa de su cansancio. La cena fue más entretenida y la navidad más de nosotros….
A la mañana siguiente Kai se despedía de nosotros, lo acompañé hasta la puerta:
- Gracias por ayudarme – Le dije con una sonrisa –
- Yo no hice nada, es más no recuerdo como llegué aquí  - Me respondió –
-  Ya lo creo – Le dije entre risas –
- No le veo lo gracioso – Me dijo tornándose serio –
- Esta bien – Dije – por cierto, ¿Qué significa esa frase que me dijiste anoche? –
- Nada volverá a ser como antes – Me respondió –  Supongo que así serán las cosas para ti de hoy en adelante.
-Tienes razón por cierto,  ¿En qué idioma? –
- Alemán –
- Aprendes rápido – Le dije rascándome la cabeza un poco –
- Son gajes del oficio – Me dijo – bueno creo que ya es hora de irme, que pases un buen día –
- Lo mismo para ti  - Le Dije mientras encendía el auto y se marchaba…
Prácticamente  esa navidad fue la etapa final de mi cambio; la aceptación de las personas que más quiero, algo que me quitaba un peso de encima y de paso me confirma que nunca estuve equivocado y que ahora estoy más seguro que nunca de lo que soy …. Y lo que quiero ser para un futuro.
“Nichts kann als damals sein”
Tal como me lo dijo ese día…

Max Tate

--------------------------------------------------------------------
Cancion: Ya nada volverá a ser como antes
Interprete: El Canto Del Loco ECDL